La investigación de la compañía ha aflorado además otros 500 tipos de malware alojados en una red
ilegal, un tipo de virus capaz de registrar claves, encender la videocámara y el micrófono de forma remota y lanzar ataques DoS.
La unidad anticrimen de Microsoft investiga
el malware desde el pasado mes de agosto. Esta semana un juzgado
norteamericano concedió permiso a Microsoft para analizar el dominio
3322.org y sus 70.000 subdominios. La compañía cree que es la fuente de
la infección y un gran centro de actividad ilegal, por lo que ha
denunciado al propietario del servidor, Peng Yong.
Combatir botnets mediante la denuncia de los proveedores del dominio es una estrategia que Microsoft ha empleado con éxito en el pasado. Este es el segundo caso de botnet descubierto por el gigante del software en los últimos seis meses.
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